El interés que despertó el Rally Dakar en la Argentina durante estos tres años también quedó plasmado en los 85 inscriptos locales que en la edición 2011 estarán largando el 1 de enero, cifra que convirtió al país en la primera nacionalidad de la competencia que nació hace 33 años en Africa.
Los números son elocuentes: el primer Dakar corrido en estas tierras tuvo en la largada a 13 argentinos, en 2010 fueron 45 y en esta edición serán 85, mayoría absoluta de la competencia.
Uno de los más representativos y con mayores posibilidades de asomarse al podio es el piloto mendocino Orly Terranova, quien estará corriendo con un auto del equipo BMW y será su tercera incursión en el Dakar Argentina-Chile.
En la primera edición sudamericana del Dakar, allá por 2009, el piloto cuyano abandonó, tras un vuelco en las inmediaciones de Copiapó (Chile) cuando lideraba la etapa.
Ya en 2010, esta vez con un Mitsubishi Lancer, tuvo una serie de inconvenientes mecánicos que lo relegaron en la clasificación pero en la segunda parte del rally logró escalar posiciones y terminó noveno en la general.
Los pilotos Norberto Fontana, Emiliano Spataro y Juan Manuel Silva son otros de los que prometen ser grandes animadores del ámbito local, porque vienen de categorías muy populares aunque con exigencias muy diversas.
Los tres comparten una rica historia en el automovilismo argentino, “las ansias de aventura”, la condición de debutantes en el rally más duro del mundo y el equipo: correrán con los buggys de Collin McRae preparados por el equipo ProDakar.
El trío se conforma con cruzar la meta el 15 de enero en Buenos Aires luego de una verdadera travesía de casi 10.000 kilómetros y no es poco, ya que sus máquinas monoplazas tienen un motor de nieve de tres cilindros, 140 HP (caballos de fuerza) y el acelerador no llega a los 160 kilómetros por hora.
José Luis Di Palma volverá a decir presente en 2011 con una Toyota, con el entusiasmo intacto, pese a que en la edición pasada no llegó a la final y terminó admitiendo que el Dakar fue “mucho más duro de lo que había imaginado”.
Sobre las dos ruedas habrá 30 argentinos, entre ellos Eduardo Alan, quien irá por su tercer Dakar consecutivo con una KTM del equipo Pampa Racing, cuatro meses después de su participación en el Rally de Los Faraones, una previa que le sirvió para asentar las bases.
El cordobés Javier Pizzolito (Honda) buscará desquitarse del infortunio que sufrió el 1 de enero pasado, cuando estaba listo para encaminarse hacia el Obelisco y emprender su primer Dakar.
El piloto ya estaba listo para subir a la moto cuando una fuga de combustible provocó el incendio total de su moto dentro del parque cerrado montado sobre la avenida Sarmiento.
En cuatriciclos, los argentinos pueden soñar con un podio aunque será prácticamente imposible que Marcos Patronelli (Yamaha) pueda revalidar el título que obtuvo el año pasado.
Si bien, el piloto de Las Flores estará en la largada con “todas las expectativas”, se encuentra en plena recuperación de las fracturas de peroné que sufrió en ambas piernas, luego de accidentarse hace exactamente un mes.
Esta vez será su hermano Alejandro –subcampeón en 2010- “es el que va a tener que acelerar y buscar la victoria”, según afirmó el propio Marcos horas antes de la largada.
El mayor de los Patronelli buscará que el título quede en la familia y probará en esta edición el Yamaha TDM 900, que tiene 40 caballos más y es una máquina que se “puede tornar de rápida a peligrosa”, según el piloto.
Otro que promete en esta categoría es el mendocino Sebastián Halpern, quien en 2010 tuvo un impecable debut en el que ganó dos etapas y finalizó sexto en la general.
Si el entusiasmo que se vivió en estas tierras en los dos Dakar anteriores fue una nota saliente, para la edición 2011 se espera mucho más fervor, ya que habrá 85 pilotos argentinos para alentar.